De como reír con vos, era tan natural.

viernes, febrero 11

de Caminatas Innecesarias


La muchachita de cabello castaño decidió ir a dar una vuelta. El flequillo escondido en una trenza alrededor de su cabeza, enmarcando su frente, un tanto grande o quizá no tanto. Ir a caminarse sus cuantas cuadras, aún cuando lo que necesitaba estuviera en la primera. Caminar, y hacer un favor, sacarle una sonrisa a alguien; acompañada de muy buena música que le resonaban los oídos, caminaba también de vuelta. Vuelta a casa, con sonrisa en el rostro y sol que no deja ver. "Porque no me animo a usar los rayban" se preguntó, y claramente no se respondió. En cambio, rió. Caminando con sus piecitos morenos del sol y sucios de tierra, cómodos en sus chancletas doradas, iba feliz. ¿Cuán bipolar alguien puede llegar a ser? Hoy, aún las ansias de querer volver y ver a aquellos a quien Miel extraña tanto, y a aquellos a quien no tanto, hoy se disminuyeron. Porque hoy se divirtió a cuestas de ella misma y su librito pocket, a cuestas de su buena música y cerebro inspirador. Iba feliz, y la sonrisa comenzó al ver a los hippies malabaristas dándose un beso. Que las rastras atraen, ¿a qué no? y se ensanchó aún más al imaginar a su gordito pequeño de ojitos enormes viendo al Woody en la panadería: lo llevaría en cuanto llegara. Siguió caminando y pasó por un negocio de camizas, sólo basto una para imaginar a Romeo en una de ellas, ¡para qué! Se mordió los labios a falta de los de él y siguió camino. Paso gente gente mucha gente, y compró sus cosas. Quiso ver vestidos, pero había mucha gente, y no quería esperar, quiso ver pulseras (elefante elefante) y también mucha gente. Como irritan los turistas. Siguió rumbo y paso la plaza, que la foto con el perrito, que el chico suicida que se acostó y los amigos pasaban por sobre el volando con bicicletas. Quiere volar en bicicleta. Fium fium, rápido rápidin. Sigue camino camino, y ve el lago azulado, y el cielo celeste encima de él, que la infinidad existe cuando uno cree en ella. Como en lo eterno y el tiempo. Que no le tiene miedo al tiempo, que dos meses no son nada nada, comparado con verte, conocerte y sentirte. "Que al parecer nos sienta bien pelear, justo al contrario: fortalece más." Miel cerró los ojos y el viento la despeino entera, aún la trenza que le agarraba la mayoría del cabello, y la canción que sonaba la dopaba contra cualquier indicio de mala suerte. ¿Todo pasa por una razón, dijiste? Bueno, quizá el tiempo le sirviera para juntar, acumular, acunar, amontonar, contener, todo todito en su persona, en su alma. Y el exceso de amor propio que no podía salir, se le estaba acumulando en las venas y arterias, y pueden llegar (como gran posiblidad) a explotar, porque no hay lugar ni en los pulmenes ya, y ya que estamos, podría ocupar el cerebo, total no necesita pensar. Mira mira, si explotan, esperemos que no eh, va, salvo que quieras pedacitos de esta castaña loca. Porque de caminatas innecesarias Miel sabe bastante, pero no te das idea en materia de extrañarte.

2 comentarios:

  1. ¿Cuán bipolar alguien puede llegar a ser?
    menos de lo q parece..
    me encanto!mientras lo lei escuchaba catch me en http://www.purevolume.com/listentoawesome por agustina (http://agustinaschoice.blogspot.com/)
    espero q andes bien...

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Miel suele tachar la mayor parte de lo que escribe. ¡No hagas como ella y déjale un comentario por sus locas palabras! Ella promete no tachar las tuyas,