De como reír con vos, era tan natural.

martes, diciembre 22

Mushaboom

Las llaves chocaron entre ellas mientras él salía de su departamento, por suerte extraña, debido a que era -dentro de tanto tiempo- buena suerte, el ascensor estaba en su piso y no tuve que esperar que la antigua maquina subiera los ocho pisos que lo separaban de la planta baja.
Agustín entró en el ascensor, presionó el botón para bajar y se despeinó aún más el pelo desordenado.
Cuando llegó a su destino, sacó el iPod del bolsillo, colocó los auriculares en sus oídos y dedicando un vago saludo al portero que conocía desde hacía dos años, salió de su edificio.

El edificio era uno de entre los antiguos de belgrano, daba en frente a una plaza y se encontraba en la esquina, frente a un reconocido restaurant.

Él se detuvó en las líneas blancas, en frente del cordón, para en cualquier momento que ningún auto pasará, abalanzarse a la otra esquina. Ésto, en un vano intento de llegar temprano a su cita con Valeria, quien seguramente (perfectamente puntual) habría ya llegado.
Pero cuando se dió cuenta de que no habían autos que amenzaran con pisarlo por querer cruzar en rojo, no pudo moverse de su lugar porque en la otra esquina visualizó algo que no veía hace varios días.
¿Quizá hacía exactamente unas tres semanas?


***


Caminó hasta esa esquina, ya por costumbre, como antes.
Caminó, intentando no recordar los mil y un recuerdos que venían en forma de fotografías hasta su cabeza. Intentó, para mejor, no recordar.
Pero todos sabemos que una vez que se tienta a recordar, es imposible no hacerlo. Es inconciente, e inevitable. Tal como el amor. Si, el amor.

Y cuando llegó a la esquina, a esa famosa esquina, de un saltito cayó en una de las líneas blancas, porque estaba llegando tarde. Y ella odiaba llegar tarde. Vió venir desde antes un colectivo, entonces, al verlo pasar por la esquina decidió que apenas éste pasará, se iba a abalanzar contra la otra esquina.
Pero pasó el colectivo, y al cambiar una canción en su iPod, y subir la mirada se encontró con la de una persona que conocía bien.

Agustín miró nuevamente a los ojos de Miel.
Pero ella no cruzó la esquina, sino que dobló en ella y siguió por otro camino.

I got a man to stick it out, and make a home from a rented house oh.
And we'll collect the moments one by one, I guess that's how the future's done oh.

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