De como reír con vos, era tan natural.

sábado, noviembre 12

like a heart beat moving through me

- Hay un chico que te está mirando mucho, -dijo el mejor amigo mientras esperaban a que llegara el subterráneo. Ella leía a Moro, en la más grande de las utopías, y tardo en hacerle caso. Para cuando lo hizo, sólo levantó la mirada interrogante. El amigo siguió- Demasiado.

- ¿Cuál?

- Ese, de anteojos ridículos y bermudas de jean deshilachadas.

Miel miró, el pelo le caía liso sobre los hombros en un intento de prolijidad, y se lo corrió de la cara, escondiéndolo detrás de la oreja para ver mejor. De reojo lo podría haber visto sino hubiera estado tan enfrascada en su libro, estaba de ellos a menos de cinco pasos largos para la izquierda. Las piernas flacas, y el morral a un costado. La remera en escote en v, blanca pura. Una barba de dos días en los contornes del cuello, los labios más mordibles del mundo, la nariz grande pero proporcionada. Los anteojos esconde-identidad. Y el pelo alborotado por locuras peluqueras.

El subte se detuvo.


Miel se paró, el vestido salmón sonrió.

Los cuatro pasos se hicieron eternos, y quedo un paso entre ellos.

Él se sacó los anteojos


y ella despertó.

(Si estás tan solo ¿por qué estar solos los dos?)

1 comentario:

Miel suele tachar la mayor parte de lo que escribe. ¡No hagas como ella y déjale un comentario por sus locas palabras! Ella promete no tachar las tuyas,